Por altoai 
La inteligencia artificial llegó para cambiar las pistas de esquí en Argentina, y la temporada 2025 quedará marcada como un antes y un después. Ya sabemos que cada invierno puede ser atípico en Mendoza, Argentina. Pero este año, para un pequeño parque de nieve, la historia se escribió con tecnología y mucha nieve… artificial.
La temporada arrancó con una gran nevada que solo alcanzó para abrir las pistas, dejando poco margen para esperar tormentas naturales. Así que la estrategia fue clara: apelar a los cañones de nieve artificial, esos que convierten el agua en copos gracias al frío intenso de la montaña. El parque mantuvo sus pistas de trineos funcionando a pleno con este sistema, sorteando un invierno sin grandes nevadas. Si decimos tres nevadas, es mucho.
Pero el verdadero protagonista no fue la nieve, sino “Arty”, el “host” virtual del parque de nieve. Ubicado en una ruta internacional hacia Chile, un paso de montaña que alterna entre abierto y cerrado según el clima, la atención al visitante es un desafío clave, más aún cuando el parque está a 300 kilómetros de la ciudad de Mendoza.
Ahí es donde entra Arty, el asistente virtual que respondió nada menos que a más de 30.000 consultas únicas durante la temporada. Desde precios y medios de pago, hasta pistas habilitadas y horarios de clases, Arty estuvo siempre disponible en el sitio web, a un clic en el chatbot, entrenado para entender y contestar en español, inglés y portugués.
Arty no solo alivió la carga humana sino que fue perfeccionándose a cada interacción, aprendiendo minuto a minuto para dar respuestas cada vez más precisas. En un invierno donde la Inteligencia Artificial tomó un rol protagonista, este muñeco de nieve con aire robótico demostró ser indispensable, y al menos en Argentina, fue la primera experiencia tecnológica de este tipo en una estación de esquí.
Para muchos, quizás un detalle invisible, pero para los esquiadores y turistas, fue la diferencia entre estar bien informado o perdido en la montaña.