Amgen, una de las mayores farmacéuticas del mundo, sorprendió al fichar a Sean Bruich —exejecutivo de Nike, Facebook y Google— como su nuevo vicepresidente senior de IA y datos. A pesar de no tener formación en biología, Bruich fue elegido por el director de tecnología de Amgen, el Dr. David Reese, para impulsar la adopción de inteligencia artificial en todos los procesos de la empresa: desde el diseño molecular de fármacos hasta la automatización de sus plantas.
La apuesta
Integrar talento del mundo del consumo y la tecnología en un sector como el farmacéutico, que históricamente ha estado rezagado en la adopción de IA.
Reese sostiene que este es un “momento único en una generación” y que la IA será clave para reducir los más de 10 años y $2.600 millones que suele tomar llevar un fármaco del laboratorio al mercado.
Aunque Bruich es nuevo en biotecnología, trae una profunda experiencia en ciencia de datos y escalado de sistemas, habilidades críticas para convertir pruebas piloto de IA en herramientas operativas a gran escala.
Ejemplo concreto: Amgen ha instalado una supercomputadora Nvidia en su filial deCode, en Islandia, para analizar grandes volúmenes de datos genéticos y buscar tratamientos para enfermedades complejas como el lupus.
¿Qué tiene que ver vender zapatillas con diseñar medicamentos?
Para Bruich, la respuesta es clara: la ciencia de datos es transversal. “En Nike enseñábamos a los líderes a usar datos. Esa es la experiencia que voy a aplicar ahora”, afirma.
Reflexión : La inteligencia artificial no tiene fronteras sectoriales. El futuro del desarrollo farmacéutico puede estar en manos de quienes sepan aplicar datos de forma estratégica, vengan de donde vengan