En “La ola que viene”, el último trabajo del pionero de la inteligencia artificial Mustafa Suleyman nos alerta sobre una transformación histórica que ya ha comenzado: una nueva ola de tecnologías que cambiarán radicalmente la sociedad.

Según Suleyman, la combinación de la inteligencia artificial y la biotecnología provocará cambios de magnitudes nunca antes vistas. A diferencia de olas tecnológicas anteriores —como la revolución industrial o la era de internet—, esta vez el ritmo será más veloz, más profundo y mucho más difícil de controlar.

El autor sostiene que estas tecnologías tienen el potencial de “autoexpandirse” y evolucionar por sí mismas, haciendo que los mecanismos de regulación actuales resulten obsoletos. “Estamos liberando fuerzas que no podemos manejar del todo”, advierte Suleyman.

Uno de los conceptos centrales del libro es el principio de la contención: la necesidad urgente de diseñar métodos eficaces para limitar el alcance y el impacto de las tecnologías antes de que escapen a nuestro control. Sin contención, dice, podríamos enfrentarnos a riesgos sistémicos: desde el desempleo masivo, la desinformación extrema, hasta amenazas existenciales como pandemias creadas artificialmente.

Sin embargo, Suleyman no ofrece un mensaje de desesperanza. Cree que aún hay tiempo para actuar, pero que el cambio de mentalidad debe ser inmediato. Propone un enfoque práctico y urgente que involucra a gobiernos, empresas y a la sociedad civil trabajando juntos para desarrollar marcos éticos, legales y técnicos de control.

“El mayor desafío de nuestra época no es inventar nuevas tecnologías, sino asegurarnos de que podamos controlarlas”.

Suleyman analiza cómo las instituciones actuales, especialmente los Estados, están mal equipados para enfrentar los desafíos que presentan las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la biotecnología.​

Un problema de contención

Suleyman introduce el concepto del “problema de la contención”, que se refiere a la dificultad de controlar tecnologías que, una vez desarrolladas, se difunden rápidamente y de manera incontrolada. Históricamente, tecnologías como el automóvil y la computadora se propagaron impulsadas por la demanda y la reducción de costos, lo que demuestra la dificultad de contener innovaciones una vez que alcanzan un punto de inflexión.

Riesgos de proliferación

El autor destaca que las tecnologías actuales, al ser más accesibles y poderosas, pueden ser utilizadas por actores no estatales o individuos con fines maliciosos. Esto plantea riesgos significativos, ya que el acceso a herramientas avanzadas ya no está limitado a grandes organizaciones o gobiernos.​

Fragilidad institucional

Suleyman argumenta que los gobiernos y las instituciones tradicionales carecen de la agilidad y comprensión necesarias para regular eficazmente estas tecnologías en rápida evolución. La burocracia, la falta de conocimiento técnico y la lentitud en la toma de decisiones contribuyen a esta fragilidad, dejando a las sociedades vulnerables ante los posibles efectos negativos de estas innovaciones.

Un nuevo contrato social

El capítulo concluye con un llamado a la acción: la necesidad de establecer un nuevo contrato social que redefina la relación entre los ciudadanos, los gobiernos y la tecnología. Este contrato debería enfocarse en garantizar que las tecnologías se desarrollen y utilicen de manera ética, segura y beneficiosa para toda la sociedad.​

El autor enfatiza con un llamado a la acción: la humanidad debe actuar con decisión y colaboración para guiar el desarrollo tecnológico hacia un futuro que beneficie a todos, evitando los peligros de una adopción descontrolada.

Una mente pionera en la inteligencia artificial

Mustafa Suleyman (nacido en 1984, Londres, Reino Unido) es un reconocido empresario tecnológico, autor y uno de los principales pioneros en el desarrollo de la inteligencia artificial moderna. Es cofundador de DeepMind Technologies, la empresa de IA que fue adquirida por Google en 2014. En DeepMind, lideró las áreas de aplicación de la inteligencia artificial en la vida real, trabajando en proyectos relacionados con la salud, la energía y la atención pública.

Posteriormente, Suleyman fue vicepresidente de inteligencia artificial aplicada en Google, donde impulsó la integración de IA en diversos productos y servicios.
En 2022, cofundó Inflection AI, una compañía dedicada a crear modelos de lenguaje avanzados para facilitar la comunicación entre humanos y máquinas.

Además de su trayectoria empresarial, Suleyman es una voz influyente en el debate ético sobre el desarrollo de tecnologías avanzadas. Su libro “The Coming Wave” (La ola que viene) se centra en cómo la humanidad puede y debe prepararse para los cambios radicales que traerán la inteligencia artificial y la biotecnología.

Dato curioso: Suleyman abandonó la Universidad de Oxford antes de graduarse para fundar su primera organización, demostrando desde temprano su vocación disruptiva

.

Por altoai

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *