En nuestro último encuentro nos preguntamos si eras adicto a las redes sociales. Esta vez, vamos a abrir la máquina: entender cómo piensan las plataformas y qué mecanismos mentales activan en nosotros. Mientras imaginamos un apocalipsis de robots o un mundo dominado por la inteligencia artificial, ignoramos que la verdadera batalla se da cada vez que desbloqueamos el teléfono.
¿Porqué es importante?
Es indispensable comprender como funcionan las redes y nuestro cerebro, para que hagamos una desintoxicación de redes sociales. No queremos que dejes de usarlas sino que aprendas a usarlas. En Amércia Latina, Se estima que el promedio “social” que las personas pasan en las redes, es de una hora y media por día. Algo más de 547 horas al año. Esto es un poquito más que 22 días al año. Sip. Veintidós días al año.
Nunca antes habíamos pensado tan poco
Las redes sociales, han hecho disminuir nuestra capacidad de atención a solo 5 segundos. Si en este tiempo el MENSAJE no captó nuestra atención, huiremos de él. Es entonces cuando el EMISOR se vuelve loco por crear un mensaje atractivo hasta olvidándose de lo que quiere comunicar y el PERCEPTOR se vuelve una máquina de escrolear (o perder su tiempo).
Como es por dentro
El modelo económico de redes como Facebook, Instagram o Tik Tok se basan en el tiempo de permanencia de los usuarios. Cuanto más tiempo pases en ellas, más anuncios pueden mostrarte. ¡Corta la bocha!
Cada una de tus interacciones (me gusta, tiempo de visualización, ubicación, temas de interés, comentarios y un largo etcétera se convierte en datos valiosos que las redes venden para realizar una segmentación publicitaria (y quién sabe que más). Tus datos, esos que regalás, alimentan el negocio principal: la publicidad hiper-recontra-segmentada.
Las redes sociales no venden servicios: venden a sus usuarios como audiencia publicitaria. Su verdadero cliente no sos vos, sino los anunciantes.
¿Cómo logran que te quedés más tiempo?
Ellas optimizan el algoritmo para que tengas una recompensa instantánea. Que caigas en un scroll infinito. Y así no te vas. Son las 12 de la noche y vos seguís pelotudeando con el celular. Y una de estas noches tendrás insomnio y te juro que prenderás el celular para quedarte una hora más gastando tu dedo índice.
Las redes sociales son el medio
El mensaje no es generado por las redes sino por distintos usuarios, perfiles personales, empresas, instituciones, marcas, vos, yo, etc.
Las redes son solo el “canal” que junto con su algoritmo se encargan de hacer visible solo el contenido que es óptimo para estos tiempos. Por ejemplo, solo por mencionar un elemento,… El contenido que llame la atención en los primeros 3 segundos se queda, el que es aburrido lo ponen al último de la fila. De esta forma los expertos marketineros de estos nuevos tiempos ya saben lo que necesitan para que el algoritmo los tome y le ponen toda la furia no tanto al mensaje sino en cómo van a comunicar ese mensaje.
Ecosistema absurdo
De esta forma hay un ecosistema bastardo, primero impulsado por el algoritmo de las redes, luego por los creadores de contenido que intentan seguir el nuevo estándar de comunicación y finalmente vos (y todos nosotros), que ahora no nos bancamos un reel más de 5 segundos. Que nos cuesta ver una película completa, si es serie y con capítulos cortos mejor y por las noches los “shorts” de you tube reemplazaron al libro de la mesita de luz. Comercialmente…¡Es perfecto!. Para el desarrollo personal,…¡Una mierda por donde se lo mire!.
Tiempo + Datos = Dinero
El algoritmo, es eso que te contamos, pero para ser más precisos se trata de un conjunto de reglas matemáticas y lógicas que decide que contenido ve cada usuario, en qué orden y con qué frecuencia. Muestra primero lo que más probabilidad tiene de retenerte. De nuevo, el contenido que no genera reacción se oculta.
Cómo reacciona la mente humana frente al algoritmo
Las redes sociales no solo compiten por tu atención: compiten por tu química cerebral. Cada notificación, like o scroll está diseñado para activar los mismos circuitos neurológicos que responden a recompensas biológicas básicas: comida, sexo o reconocimiento social. El algoritmo explota eso de manera quirúrgica. La dopamina es un neurotransmisor asociado al deseo y la anticipación de recompensa, no al placer en sí mismo.
Cuando el algoritmo detecta qué tipo de contenidos te generan agrado o indignación, empieza a mostrarte más de lo mismo, reforzando tus creencias
Vos y el algoritmo (imagen algoritmo.jpg)

Conclusiones
- El scroll infinito y la velocidad del contenido generan dificultad para concentrarse, y se reduce la capacidad para mantener atención sostenida en tareas complejas, afectando el razonamiento profundo.
- La comparación social que las redes estimulan puede generar ansiedad, depresión y baja autoestima. El cerebro se desensibiliza emocionalmente debido a la sobreexposición a estímulos constantes, haciendo que otras actividades normales parezcan menos gratificantes.
- El uso excesivo va asociado al aislamiento social, conflictos interpersonales y disminución de la empatía, incluso casos extremos como el síndrome hikikomori.
Equilibrio
Las empresas propietarias de redes sociales no harán absolutamente nada para mejorar la vida de las personas. Su interés es económico. Al igual que las empresas de gaseosas y comida rápida, no harán nada para mejorar tu salud física.
Lo que te proponemos con esta serie de notas, no es que dejes de comer hamburguesas con bebidas cola. Es que lo hagas en forma equilibrada, alternes una dieta con menos grasas y calorías, hagas ejercicio, tengas una vida social real activa, y si vas a comer papas ponele poca sal, cambia la cola por una limonada natural y le des un tiempo a tu mente a encontrar calma. Las recetas son más o menos lo mismo para todas las adicciones. La idea es encontrar un sano equilibrio. En todo.
Propósito
Y la clave de todo, posiblemente, esté en el mismo momento que agarrás el celular y preguntarte… ¿cuál es mi propósito? Si es distraerte 20 minutos mirando instagram,… tal vez sea mejor distraerte de otra forma, como por ejemplo: paseando el perro. De paso Firulaís estará contento.
La palabra PROPÓSITO es bellísima. Cada vez que abras tu redes acordate de ella. Lo que vas a mirar en las redes… ¿Te alejan o te acercan a tu propósito?. Todo está en vos. Y en vos está el cambio en el mundo.
Y si esto no te sirve, la próxima nota es el “DETOX de Redes Sociales”. Todo lo que tenés que saber para no convertirte en un zombi digital y nadie te dijo. Gracias por leer. Nos vemos por ai.
Fuente: Memo