El filósofo surcoreano, Byung-Chul Han, conocido por sus diagnósticos fríos y demoledores sobre la sociedad del rendimiento, regresa ahora con una palabra que parecía extinta del vocabulario contemporáneo: esperanza. Pero no se trata de un optimismo tibio ni de un placebo emocional. En El espíritu de la esperanza, Han la presenta como una forma de resistencia frente a la parálisis del miedo y la cultura del cálculo que domina nuestro tiempo.
Un breve resumen de un autor y un libro que son dignos para clavarse unos mates, parar la pelota y simplemente dejar que una tarde de domingo corra entre las siguientes líneas.
Sociedad de la supervivencia
El autor parte del paisaje conocido: una humanidad saturada por la ansiedad, la competencia y la vigilancia permanente. Vivimos –dice– en una “sociedad de la supervivencia”, donde el horizonte se achica y el futuro se reduce a estadísticas. En ese contexto, la esperanza es un acto de insumisión: no cree en el éxito, sino en el sentido.
Han retoma a Gabriel Marcel y Václav Havel para recordarnos que la esperanza no es individual, sino comunitaria. No nace del ego sino del “nosotros”, ese espacio donde todavía es posible el vínculo y la creación. También lanza una crítica incisiva a la inteligencia artificial: “quien sólo calcula no puede esperar”. La esperanza, en cambio, es un modo de pensamiento que se atreve a lo no-pensado.
Ilustrado con las obras de Anselm Kiefer, el libro respira arte, ceniza y renacimiento. Quizás por eso, más que un ensayo, se lea como una meditación estética sobre lo que queda de lo humano.
Han abandona el diagnóstico clínico del cansancio y propone una terapia: volver a creer que algo vale la pena. En tiempos de algoritmos y miedo, recuperar la esperanza puede ser el acto más subversivo de todos.
La comunidad del nosotros
Lo que más rescato del libro de Byung-Chul Han, es el capítulo “La comunidad del nosotros”. sostiene que la esperanza no nace del individuo aislado, sino del encuentro entre las personas. En la era del narcisismo digital y del “yo rendimiento”, la comunidad se ha erosionado: cada sujeto busca su propia optimización, su propio éxito, su propio algoritmo. Ese aislamiento emocional genera vacío, depresión y miedo.
Frente a eso, Han propone reconstruir un “nosotros”. Recupera una frase de Gabriel Marcel:
“Pensando en nosotros, he puesto mis esperanzas en ti.”
Esa línea resume su tesis: esperar es confiar en el otro, abrir un espacio común donde la vida tenga sentido compartido. La esperanza no es sólo sentimiento, sino una relación que conecta —un “entre” que el miedo no puede ocupar.
Han advierte que el neoliberalismo destruye este lazo porque convierte al sujeto en competidor permanente. Sin comunidad no hay horizonte común, sólo supervivencia. Por eso la esperanza se vuelve una fuerza política: no se trata de esperar un milagro, sino de recuperar el sentido del nosotros como acto de resistencia frente al individualismo.
El capítulo también introduce una crítica al lenguaje de las redes: los “yoes” conectados no forman comunidad; sólo redes de exhibición y consumo. La esperanza, en cambio, necesita silencio, confianza y promesa: elementos que el ruido digital destruye.
Frases del libro
Te damos algunas frases que probablemente te resuenen o te motiven a leer todo el libro de Han.
· “El miedo crea un ambiente depresivo y mata todo germen de esperanza.”
· “Cuanto más adversa es la situación, más profunda puede ser la esperanza.”
· “El optimismo es una actitud; la esperanza, una virtud.”
· “La esperanza no es un sentimiento individual, sino una fuerza comunitaria.”
· “Sin horizonte, el hombre se convierte en mero consumidor.”
· “La inteligencia artificial no piensa, calcula; y quien sólo calcula no puede esperar.”
· “El miedo clausura el futuro; la esperanza lo inaugura.”
· “El sujeto del rendimiento se autoexplota porque ha perdido la capacidad de esperar.”
· “Solo el arte puede mantener viva la esperanza en medio de la devastación.”
· “La esperanza es una forma de conocimiento que ve más allá de lo que es.”
· “El nihilismo no se vence con datos, sino con sentido.”
· “El optimista espera resultados; el esperanzado busca significado.”
· “Pensar lo nuevo exige el coraje del idiota: el que se atreve a imaginar lo que aún no existe.”
· “La esperanza es la fe del no creyente.”
· “Mientras haya esperanza, todavía hay humanidad.”
Nombre completo: Byung-Chul Han
Surcoreano (naturalizado alemán). Nació en Seúl, Corea del sur en 1959. Actualmente reside en Berlín, Alemania. Posee un doctorado en Filosofía en la Universidad de Friburgo. Filósofo, ensayista y profesor universitario.
Obras destacadas:
La sociedad paliativa (2021)
La sociedad del cansancio (2010)
La agonía del eros (2012)
La sociedad de la transparencia (2012)
Psicopolítica (2014)
La expulsión de lo distinto (2017)
No-cosas (2021)
Infocracia (2022)

